Los océanos están al borde de una catástrofe y el número de especies que podría desaparecer es comparable a grandes extinciones de la era prehistórica, según un nuevo estudio.
Los mares se están deteriorando mucho más rápido de lo previsto debido al efecto acumulativo de factores negativos como la acidificación, el calentamiento global, la sobreexplotación pesquera y el aumento en la cantidad de agroquímicos y plásticos que acaban en los ecosistemas marinos.
"Estamos ante una situación muy seria que exige acciones inequívocas. Hablamos de consecuencias que tendrán lugar durante nuestra vida, y aún peor, durante la vida de nuestros hijos y generaciones posteriores", advirtió el Dr. Alex Rogers, profesor de conservación en la Universidad de Oxford, Inglaterra, y uno de los autores del informe.
El estudio, que será presentado en los próximos días en una cumbre sobre manejo de océanos en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, fue elaborado por un panel de 27 expertos marinos de seis países, convocados recientemente a un encuentro en Oxford por el Programa Internacional sobre el Estado de los Océanos (IPSO por sus siglas en inglés) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
"No estoy diciendo que habrá algo equivalente a las llamadas cinco grandes extinciones masivas, en las que hubo una pérdida del 75% de las especies del planeta en un período de dos millones de años", dijo el Dr. Rogers.
Grandes cantidades de partículas de plástico acaban contaminado ecosistemas como éste.
"Pero ciertamente hablamos del alto riesgo de una extinción significativa de especies si no hay cambios. El episodio más cercano a lo que pasa ahora es lo que ocurrió hace 55 millones de años. No se trata de una de las cinco grandes extinciones masivas, pero sí se estima que hasta el 50% de las especies de ciertos organismos marinos se perdieron".
Uno de los mayores factores de riesgo e incertidumbre es el nivel sin precedentes en las emisiones de dióxido de carbono, CO2, como consecuencia del uso de combustibles fósiles. Parte del CO2 atmosférico es absorbido por los oceános.
"El ritmo al que se está emitiendo CO2 a la atmósfera es extraordinario, no se ha visto jamás algo equivalente en la historia. Es muy difícil saber exactamente qué sucederá, pero sí sabemos que los cambios severos en el sistema de carbono en el pasado estuvieron asociados a extinciones".
"Los resultados de nuestros estudios son consternadores. Al considerar el efecto acumulativo de lo que la humanidad está haciendo a los océanos vimos que las implicaciones eran mucho peores de lo que pensábamos".
Tres factores que han estado presentes en extinciones masivas en el pasado, según el informe, son el calentamiento de los océanos, la acidificación y un aumento en la hipoxia (bajo nivel de oxígeno) o apoxia (falta de oxígeno) en los océanos.
La ausencia de oxígeno es consecuencia de la gran cantidad de productos químicos, como los llamados retardantes de llama o fertilizantes, que acaban en los mares.
"Usamos grandes cantidades de fertilizantes para nuestros cultivos y muchos de esos productos acaban en los ríos y luego en el mar, donde estimulan una explosión en el crecimiento de algas", explicó el Dr. Rogers a BBC Mundo.
"Las algas que mueren son descompuestas por grandes cantidades de bacterias que consumen oxígeno y en las áreas más afectadas vemos lo que se llama zonas muertas, porque sin oxígeno los organismos marinos no pueden sobrevivir".
Muchos productos químicos son además absorbidos por partículas de plástico en los mares, que a su vez son consumidas por peces.
El estudio ilustra una serie de casos particulares, como el blanqueamiento masivo que mató en 1998 al 16% de los corales del planeta. Otro caso mencionado es la sobrepesca que ha causado la reducción de algunas especies de peces en un 90%.